Barreda: “Ni el helicóptero podía acercarse, si hubiera tenido una lesión grave…”

Arequipa (Perú).- El Dakar le va a seguir debiendo una a Joan Barreda, al menos hasta dentro de 12 meses. En una de las ediciones a las que mejor preparado llegaba el de Torreblanca, su caída en un barranco del que no pudo sacar la moto le deja fuera de carrera mientras iba líder. 

La mañana amaneció con niebla en las montañas cercanas a San Juan de Marcona, inicio de la tercera especial de este Dakar 100% peruano. Ahí llegó Barreda abriendo pista tras haber superado a su compañero Ricky Brabec y a Matthias Walkner, campeón en 2018. Pero un malentendido con el roadbook y el GPS le hizo internarse en un barranco del que no pudo salir. 

“Estoy decepcionado, sobre todo porque piensas en el trabajo que hemos hecho en los últimos meses. Es algo duro. En el primer momento no me lo podía creer, que estuviera ahí en el agujero y no pudiera salir. Ha sido una impotencia muy fuerte”, reconoció a su llegada al vivac de Arequipa. 

“Íbamos en los primeros kilómetros tirando fuerte, atrapé a Ricky y a Walkner y me puse abriendo pista. Llegamos a una zona de montaña, un altiplano con muchísima niebla Bajamos mucho la velocidad, pero no podíamos ver ni a dos metros, sin las gafas, mirando abajo… De repente llegué a una zona donde me indicaba el WP y lo iba mirando, 500, 400, 300, 200… y de repente se me va la moto para abajo. Frené, pero me desplacé como 15-20 hacia abajo hasta que logré pararla”, explica el percance. 

“Intenté girar la moto, pero patinaba mucho. Walkner me vio y giró antes. Es extraño salir a una etapa así con tanta niebla, donde no pueden llegar los helicópteros… porque me he quedado tirado en el barranco y el helicóptero no podía venir, si hubiera tenido una lesión grave… creo que es la primera vez que corremos con tanta niebla”.

Barreda intentó sacar su moto durante 10 minutos, pero luego, viendo que no lo conseguía debido a las piedras y la arena blanda, decidió bajar más, esperando que el cañón desembocara en otro. Ahí terminó su Dakar. El propio helicóptero tuvo dificultades para sacarle, teniendo que reducir el número de personas que viajaban en él para finalmente sacar al español de la hondonada. 

“En días así como hoy, a veces piensas más profundamente y a pesar de no haberla ganado, de poner todo y que no salga, estoy superagradecido a lo que me ha dado esta carrera. Hace 8 años era una persona totalmente diferente a la que soy ahora”, reflexiona el castellonense. 

“Ahora no queda otra que volver a intentar planificar una buena temporada. Este año la parte buena es que estoy bien fiscalmente, no tendré que operarme dos veces como este año, que ha sido muy duro. Y a preparar cuanto antes las carreras, hacer una buena temporada y prepararse bien para el Dakar”.

“Sin duda, este año más amargo el abandono. El año pasado al final ves desde mitad de año que no te recuperas y de alguna manera te imaginas que puede pasar. A pesar de todo di el máximo. Pero este año tenía esa sensación de los deberes hecho, de control y se ha escapado”, lamenta Barreda, que criticó que la organización dejase arrancar una etapa como la de este miércoles. 

“Si yo ahí me rompo el bazo, como Paulo [Gonçalves] hace un mes, ahí me muero desangrado porque no podía llegar nadie ahí. No dan explicaciones. Si hubiera podido continuar y sacar la moto, habría llegado hasta el final para que se cancelara, pero ahora no sirve de nada porque estoy fuera de carrera”.

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